Las crecientes protestas de vecinos en destinos turísticos como Mallorca, Ibiza o Barcelona parecen estar calando entre los viajeros internacionales. Según los datos de Lighthouse, la demanda hotelera en algunas de las ciudades y regiones españolas con mayor presión turística estaría registrando una caída interanual durante los meses clave de verano.
España recibió en 2024 la cifra récord de 94 millones de visitantes, convirtiéndose en uno de los países más turísticos del mundo. Este éxito, sin embargo, ha generado tensiones crecientes entre los beneficios económicos del sector y el elevado coste social para las comunidades locales, desde el encarecimiento de la vivienda hasta la saturación de infraestructuras y servicios públicos.
En Baleares, donde las islas reciben cada verano varias veces su población residente, las movilizaciones ciudadanas han cobrado fuerza este año, reclamando una mayor regulación del turismo masivo y, en especial, de los alquileres vacacionales tipo Airbnb. El impacto mediático de este movimiento —visible también en destinos como Barcelona o Granada— ha generado titulares internacionales y, según parece, podría estar influyendo ya en las decisiones de los turistas.
Menor demanda hotelera en destinos con protestas
Lighthouse ha analizado la evolución de la demanda futura diaria en Palma de Mallorca, Ibiza, Barcelona, Málaga, Lighthouse ha analizado la evolución de la demanda futura diaria en Palma de Mallorca, Ibiza, Barcelona, Málaga, Tenerife y Granada para la segunda mitad de 2025. El resultado muestra una caída de los indicadores durante julio y agosto —periodo tradicionalmente de máxima ocupación— con descensos que alcanzan el –7 % en Palma de Mallorca y el –6 % en Barcelona, las dos ciudades con movilizaciones más visibles.
Cambios interanuales en los indicadores diarios de demanda en la segunda mitad de 2025:
- Barcelona: https://datawrapper.dwcdn.net/yWTTC/1/
- Granada: https://datawrapper.dwcdn.net/FMklL/1/
- Ibiza: https://datawrapper.dwcdn.net/dp3wI/1/
- Málaga: https://datawrapper.dwcdn.net/yd9j4/2/
- Palma de Mallorca: https://datawrapper.dwcdn.net/vlw0e/1/
- Tenerife: https://datawrapper.dwcdn.net/yQGq7/1/
Además, Google Trends muestra el aumento del interés por las protestas en España durante los meses previos al verano: https://datawrapper.dwcdn.net/72bbM/1/
La caída media en julio y agosto fue de: –6 % en Barcelona, –7 % en Palma de Mallorca, –4 % en Granada, –3 % en Málaga, –2 % en Ibiza y –1 % en Tenerife. La tendencia cambia a partir de septiembre, lo que sugiere que los viajeros podrían estar desplazando sus viajes hacia temporada baja para evitar las aglomeraciones… y posiblemente también las protestas.
El turismo no cae en toda España, pero sí se vuelve más selectivo
A nivel nacional, los datos reflejan el crecimiento del turismo en España (+3 % durante el verano de 2025). Es decir, no estamos ante un rechazo general al país, sino ante una conducta más selectiva: los viajeros parecen evitar los destinos identificados como saturados o conflictivos, optando por zonas menos masificadas como San Sebastián, Cambrils o Fuerteventura, que registran incrementos en demanda.
La evolución de las búsquedas hoteleras también confirma esta tendencia. En la primera mitad de 2025, España muestra mejores cifras que Barcelona en todos los meses. En junio, por ejemplo, mientras que las búsquedas hoteleras para España crecieron un +18 %, en Barcelona cayeron un –13 %.
Impacto en precios: Mallorca aguanta, Barcelona baja
El movimiento anti-turístico también está empezando a notarse en los precios hoteleros. En Barcelona, los precios medios han bajado un –3 % interanual en 2025, incluyendo julio y agosto. En Mallorca, los precios suben aún de media un +4 % anual, aunque también caen un –2 % durante los meses punta del verano.
En un contexto de inflación en torno al 2 %, estas reducciones implican bajadas reales más profundas y podrían ser una señal de que los hoteles están ajustando tarifas para estimular la demanda.
Datos y estrategia: claves para anticiparse
Las protestas contra el turismo no son exclusivas de España. Venecia, Lisboa, Ámsterdam o Atenas viven fenómenos similares. Sin embargo, los datos muestran que en España —y en particular en Mallorca y Barcelona— las movilizaciones pueden estar empezando a traducirse en cambios reales de comportamiento por parte de los viajeros.
Para el sector turístico balear, esto implica la necesidad de una gestión más inteligente y basada en datos en tiempo real, que permita adaptarse rápidamente a los cambios en percepción y demanda. Herramientas de análisis de demanda futura, precios dinámicos y estrategias de marketing más personalizadas serán esenciales para mantener la competitividad si los turistas empiezan a priorizar destinos alternativos o temporadas menos masificadas.