El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha presidido la reciente Comisión de Movilidad, un organismo renovado que por primera vez ha incluido a portavoces de todos los grupos políticos, junto a representantes de municipios, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Autoridad Portuaria. Este encuentro marca el primer paso para consensuar la regulación de entrada de vehículos a la isla, una propuesta del reciente estudio de carga del Consell que busca gestionar el aumento de vehículos y su impacto en Mallorca.
Primeras medidas para la regulación de vehículos
El Consell de Mallorca ha expuesto las medidas claves del estudio de carga, destacando la necesidad de limitar la entrada de vehículos de fuera de las Islas Baleares. La propuesta incluye un límite en el número de coches de alquiler y una tasa diaria de circulación que actuaría como elemento disuasorio. Este planteamiento también sugiere crear aparcamientos disuasorios y facilitar el uso del transporte público mediante un plan de estacionamientos con 7.100 plazas próximas a estaciones de autobús y tren. Además, se busca ampliar los carriles de bicicletas y peatonales, con más de 60 kilómetros de viales cívicos en la isla, para fomentar la movilidad sostenible.
Ampliación de la infraestructura y aparcamientos disuasorios
Para facilitar una movilidad más sostenible, el Consell de Mallorca ha lanzado planes de aparcamientos disuasorios que suman 7.171 plazas cerca de estaciones de bus y tren. Este proyecto, junto con la expansión de rutas ciclistas y peatonales, pretende reducir el uso del automóvil y promover el transporte público. El plan también contempla incentivar opciones de movilidad compartida como el carsharing y el carpooling, además de mejorar la infraestructura de transporte público, con más frecuencias de autobús y la recuperación de líneas de tren como la de Llucmajor.
Propuestas de restricción en zonas específicas
Entre las medidas contempladas, se incluye limitar el acceso de vehículos a puntos de alta saturación, similar a lo que ya se ha implementado en Formentor. En estas áreas, se prevé la aplicación de regulaciones de tráfico y el uso de autobuses lanzadera en colaboración con la DGT y los municipios. De este modo, el Consell pretende establecer un sistema de transporte que se adapte mejor a la demanda de movilidad en la isla, reduciendo la presión del tráfico en los destinos más concurridos.
Análisis y datos del estudio de carga
Los datos recabados por el estudio reflejan la magnitud del problema: en 2023 ingresaron a la isla 379.628 vehículos, un 108% más en comparación con 2017. Además, el análisis revela que alrededor de 33.931 vehículos permanecieron en la isla tras su llegada. Los modelos del estudio proponen mantener un número de vehículos en la isla similar al de 2017, para lo cual se necesitaría reducir el volumen actual en unos 122.397 coches al año. Otra opción sería ajustar los niveles a los de 2018, lo que aún implicaría la necesidad de retirar unos 93.599 vehículos.
Movilidad y turismo en cifras
El impacto del turismo sobre la movilidad también es considerable. Según el estudio, en julio de 2023 se registraron 1.308.704 viajes diarios entre municipios, el 81% de ellos realizados por residentes y el 19% restante por visitantes. Aunque el crecimiento de la población en las Islas Baleares ha sido de un 7% desde 2017, el tráfico en las carreteras ha aumentado en un 11,5%, lo cual sugiere una relación directa entre la afluencia turística y el aumento del tráfico.
Las cifras también señalan una tendencia a estancias más cortas, con un promedio de seis días para turistas nacionales y siete para extranjeros. Esta reducción en la duración de las visitas incrementa los desplazamientos diarios de los visitantes que buscan recorrer la isla en menos tiempo, lo cual fomenta el uso de vehículos de alquiler frente al transporte público.
La reunión de la Comisión de Movilidad ha sido un paso inicial hacia la implementación de medidas consensuadas para gestionar el flujo vehicular en Mallorca. Según Llorenç Galmés, “no podemos seguir mirando hacia otro lado” ante un problema que se ha intensificado en los últimos años. La presencia de diferentes administraciones y sectores en la Comisión indica un compromiso amplio para encontrar soluciones viables, que equilibren el desarrollo turístico con la sostenibilidad y calidad de vida de los residentes de Mallorca.