Fundado en 1993 y abierto al público desde 2001, el Museo Sa Bassa Blanca se sitúa entre las montañas y el mar en el norte de Mallorca. Su entorno invita a la curiosidad y a la exploración a través de la arquitectura, los jardines y una colección artística que abarca desde el arte antiguo hasta el contemporáneo.
Abierto durante todo el año y con un amplio parque escultórico, el museo se ha convertido en una experiencia imprescindible tanto para turistas como para el público local y familiar.
Un edificio con historia y arte
El edificio principal del museo, diseñado por el arquitecto egipcio Hassan Fathy en 1978, es una joya arquitectónica única en Europa. Clasificado como Bien Catalogado en 2012, combina elementos árabes y mediterráneos como bóvedas, cúpulas y patios interiores. Destaca también la Biblioteca Francisco Ubilla, así como un artesonado mudéjar del siglo XV, declarado Bien de Interés Cultural.
El diseño arquitectónico del museo dialoga con las obras expuestas, integrando naturaleza y arte en un recorrido que va más allá de las paredes del edificio.
Una colección diversa y ecléctica
El Museo Sa Bassa Blanca cuenta con espacios expositivos que permiten un viaje a través de distintos enfoques artísticos y culturales. Entre las colecciones permanentes destaca Nins, una serie de retratos infantiles de los siglos XVI al XIX, declarada Bien Catalogado del Patrimonio Histórico de las Islas Baleares. Esta colección ofrece un recorrido único por la evolución del retrato infantil y los trajes a través del tiempo.
La exposición actual incluye retratos procedentes de Francia e Italia y se complementa con una muestra de trajes infantiles diseñados por Agatha Ruiz de la Prada.
Otra de las salas destacadas es Sokrates, un espacio subterráneo que alberga obras de lugares y épocas diversas, creando un diálogo en torno a temas contemporáneos. Allí conviven desde una cortina de cristal de Swarovski formada por 10.000 cristales, hasta máscaras de África, Tíbet y Nepal, obras de Miguel Barceló y una instalación de James Turell.
El arte al aire libre
La colección de Sa Bassa Blanca se extiende más allá de los muros del museo. El Parque Zoológico es un conjunto de esculturas de granito que representa animales y figuras fantásticas inspiradas en piezas arqueológicas. Este espacio transporta al visitante a un mundo de mitos y leyendas de la antigüedad.
Por su parte, las Estelas de Sol son esculturas monumentales de piedra de Binissalem que evocan símbolos solares relacionados con la energía y el tiempo. El OlivArt, situado en un antiguo jardín de rosas, reúne 22 olivos centenarios de diferentes variedades, convirtiendo el entorno natural en una experiencia artística viva.
Además, el museo ofrece propuestas como el Wish Tree for Hope de Yoko Ono, un árbol de deseos donde los visitantes pueden dejar escritos sus anhelos, ampliando la experiencia artística más allá de lo expositivo.
Reconocimientos y proyección internacional
El Museo Sa Bassa Blanca ha sido reconocido como una referencia cultural en Mallorca y en el ámbito europeo. A lo largo de los años ha recibido distinciones como la Medalla de Oro de la Ciudad de Alcúdia por su labor cultural y educativa, la Placa de Oro de la Fundación del Fomento del Turismo de Mallorca por su impacto en la proyección turística de la isla, y la Mención Especial del Premio Unión Europea de Patrimonio Cultural/Europa Nostra.
Además, gracias a su programa de préstamos, la Fundación Yannick y Ben Jakober comparte sus colecciones con instituciones de todo el mundo, consolidando su papel como espacio de diálogo cultural y de transformación a través del arte.