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Greenpeace alerta: el cambio climático reducirá hasta 30 metros el ancho de las playas de Baleares

El avance del cambio climático amenaza con transformar radicalmente el litoral balear. Así lo denuncia Greenpeace en su último informe, “Destrucción a toda costa 2025”, donde se advierte que decenas de playas de Baleares podrían perder hasta 30 metros de ancho antes de 2050 debido a la subida del nivel del mar y la intensificación de fenómenos extremos.

Las playas más amenazadas

Según el informe, el aumento previsto del nivel del mar —de entre 16 y 33 centímetros para 2050— provocará importantes retrocesos en playas de gran valor ecológico y turístico.

  • Las más vulnerables serán los humedales y sistemas arenosos, como el Parque Natural de S’Albufera de Mallorca y la Reserva de S’Albufereta, que podrían sufrir inundación permanente.
  • También se verán afectadas playas emblemáticas como Es Trenc, Caló des Moro, Mondragó, Porto Cristo, Son Serra de Marina, Can Picafort, Alcúdia, Formentor y Cala Major.
  • El informe recuerda que el Mar Mediterráneo se calienta un 67 % más rápido que la media mundial, lo que acelera la erosión y agrava los temporales.

Urbanismo descontrolado y saturación

Greenpeace critica duramente la gestión del litoral por parte de las administraciones públicas. En especial, señala que el Govern balear sigue apostando por nuevas construcciones turísticas y la legalización de viviendas irregulares, incluso en zonas vulnerables o protegidas.

Además, alerta sobre la saturación náutica, con récords de matriculación de embarcaciones de recreo, lo que pone en riesgo ecosistemas marinos clave como la posidonia oceánica.

«Mucho sol y poca playa», denuncia Greenpeace

Elvira Jiménez, responsable de campaña de Greenpeace, ha afirmado que “mientras los impactos climáticos muestran su crudeza, las administraciones siguen poniendo al límite los ecosistemas costeros”. En palabras de la activista:

“El modelo de sol y playa se ha convertido en uno de mucho sol y cada vez menos playa”.

Propuestas y exigencias

Para revertir esta situación, Greenpeace reclama acciones urgentes y valientes:

  • Renaturalizar el litoral, priorizando soluciones basadas en la naturaleza frente a regeneraciones artificiales.
  • Impedir nuevas construcciones en zonas de riesgo de inundación.
  • Limitar el turismo masivo, con medidas de control y moratorias.
  • Desarrollar planes locales de adaptación climática, con participación ciudadana.
  • Integrar la protección del litoral como una cuestión de seguridad, sostenibilidad y justicia climática.

Un futuro incierto si no se actúa

De no tomarse medidas, las pérdidas de playa podrían intensificarse a final de siglo, con retrocesos aún mayores si el nivel del mar alcanza el metro de subida previsto en algunos escenarios.

Greenpeace concluye que la defensa del litoral debe ser una prioridad política y social, no solo para preservar la biodiversidad y el paisaje, sino también para garantizar la resiliencia frente al cambio climático y el futuro del turismo sostenible en las islas.