Un vuelo de la aerolínea Ryanair que se dirigía hacia Palma de Mallorca desde Zaragoza el pasado domingo se convirtió en una pesadilla para los pasajeros a bordo debido a las fuertes tormentas que han estado azotando la región durante el fin de semana. Los momentos de pánico se apoderaron de la aeronave mientras enfrentaba turbulencias severas en las inmediaciones del archipiélago.
El vuelo, que ya había partido con más de una hora de retraso desde Zaragoza, se encontró con condiciones climáticas extremadamente desafiantes al acercarse a Mallorca. Una pasajera, en entrevista con El Periódico de Aragón, describió las turbulencias como “fuertes y muy severas”, comparándolas con la sensación de cabalgar sobre una nube. “Hemos pasado miedo”, confesó.
La situación a bordo se tornó aún más angustiante, ya que no había comunicaciones claras por parte de la tripulación y los pasajeros se encontraban en un estado de confusión y temor. “No se veía nada y tampoco nadie comunicaba nada. Todo el mundo estaba sentado, pero se escuchaban gritos y muchos nervios. La gente estaba muy asustada”, relató otro pasajero.
Dadas las condiciones extremadamente adversas, el comandante tomó la decisión de abortar el aterrizaje en Palma de Mallorca y en su lugar dirigirse al aeropuerto de Girona, donde los pasajeros fueron desembarcados. Sin embargo, la situación no mejoró para aquellos que optaron por la alternativa ofrecida por la aerolínea, que consistía en dirigirse a Barcelona en autobús y tomar un ferry desde el puerto. Al llegar al puerto, los pasajeros se encontraron con la desagradable sorpresa de que todo estaba cerrado y no había personal disponible para asistirlos.
«En el puerto nadie nos estaba esperando. Nadie está asumiendo responsabilidades», expresó un pasajero frustrado. Además, se informó que los pasajeros no recibieron comida ni bebida, a pesar de las presuntas promesas de la compañía en este sentido.
El incidente ha generado críticas hacia la aerolínea por su manejo de la situación y su aparente falta de atención a los pasajeros afectados. Mientras tanto, las autoridades locales están investigando el incidente para determinar si se tomaron las medidas adecuadas para garantizar la seguridad y el bienestar de los pasajeros durante el vuelo y después de su desembarque en Girona.