La línea 10 de la Empresa Municipal de Transportes de Palma (EMT), ha puesto en marcha la primera línea electrificada en Palma, que circula desde Sindicato hasta el polígono de Son Castelló.
Desde el lunes 11 de septiembre, los autobuses asignados a esta línea son todos eléctricos, y únicamente en caso de ser necesario un refuerzo puntual por gran afluencia de viajeros, el servicio se complementará con otros vehículos.
Esta medida ha sido posible gracias a que se ha incrementado el número de puntos de recarga de vehículos eléctricos en la cochera de la EMT Palma, de uno a doce, y ya se encuentran completamente operativos permitiendo cargar los autobuses hasta su máxima capacidad.
El alcalde de Palma, Jaime Martínez Llabrés, visitó el pasado lunes las instalaciones de la EMT y valoró el trabajo de los operarios que han permitido poner en funcionamiento estos puntos de recarga, que permiten que puedan prestar servicio los autobuses eléctricos.
Estos vehículos forman parte de la segunda fase de la renovación de la flota de buses de la EMT Palma y suponen una apuesta por una tecnología más ecológica, que permite también una mejor experiencia de viaje. Los nuevos buses de 12 metros de longitud disponen de tres puertas, 22 asientos (cuatro para personas con movilidad reducida), una zona para sillas de ruedas y capacidad para 70 personas. El diseño de este nuevo vehículo urbano aporta una mayor visibilidad al conductor, más comodidad a las personas usuarias y ventanas que aprovechan al máximo la luz solar, lo cual ayuda a reducir el consumo de iluminación interior. El vehículo cuenta con tres baterías con una capacidad total de 430 kilovatios-hora, que permiten una autonomía de entre 16 y 18 horas.
Los primeros 12 autobuses eléctricos de la EMT Palma cuentan con financiación de la Unión Europea – NextGenerationEU- Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, a través del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Prueba piloto de acceso por la segunda puerta delantera
Desde este mismo lunes día 11, la EMT ha autorizado el acceso a los autobuses de la L10 por la segunda puerta delantera, tal como ya se hace en la L8 desde principios del mes de agosto. El objetivo de esta prueba piloto en la L10 es agilizar la entrada de los usuarios y mejorar su distribución a todo el vehículo.
La L10, al igual que la L8, es una línea mayoritariamente utilizada por usuarios que tienen título de viaje nominal (tarjeta ciudadana o intermodal) y por lo tanto pueden validar sus viajes sin necesidad de comprar billetes ni pagar en efectivo. De esta manera, se facilita el acceso de los usuarios al vehículo, favoreciendo que avancen hacia la parte posterior, evitando aglomeraciones en la parte delantera y la sensación de “bus completo”.
Igual que se hizo con la L8, la EMT Palma organiza acciones informativas en distintas paradas y distribuye folletos para explicar la iniciativa a los usuarios de la L10. Además, se han reforzado las inspecciones en esta línea, para garantizar que todas las personas validen sus títulos.