Los seis refugios que forman parte de la red del Consell de Mallorca reabrieron sus puertas el pasado viernes, 16 de agosto, tras un periodo de quince días de cierre por vacaciones, con indicadores que reflejan una ocupación de más de 5.246 plazas reservadas para los meses que restan para terminar el año, frente a las 3.502 registradas el año pasado.
Las previsiones de ocupación vaticinan un aumento de reservas de un 55 % en lo que resta de año, en comparación con el mismo periodo de 2023, por lo que todo indica que se superarán las cifras de excursionistas del pasado ejercicio.
En concreto, para el mes de septiembre hay 1.795 reservas de excursionistas, una cifra que se eleva hasta las 2.008 plazas ocupadas para el mes de octubre.
El vicepresidente segundo y consejero de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes, Pedro Bestard, ha afirmado que «nuestra red de refugios está muy valorada por los senderistas que recorren alguna de las etapas de la ruta Pedra en Sec y hacen parada en cualquier de los establecimientos para pernoctar y retomar fuerzas. Apostamos por seguir ofreciendo el excelente servicio que se da en los albergues a los excursionistas que los visitan».
La temporada alta se sitúa en otoño, de septiembre a noviembre, con una punta de usuarios en octubre, por lo que previsiblemente se rozará el lleno total en estas instalaciones en esos meses.
La red de refugios que gestiona el Consell de Mallorca está compuesta por seis establecimientos: So n’Amer, Tossals Verds, Muleta, Can Boi, Pont Romà y Galatzó, ubicados en fincas públicas y que ofrecen una capacidad total de 332 plazas.
